Los 3 pilares para implantar la agilidad en cualquier entorno empresarial

Que la agilidad esta aquí para quedarse es algo de lo cual nadie duda. Cada vez son más las empresas que tratan de implantar el marco conceptual de la agilidad en su empresa, implantando marcos de trabajo como Scrum, Kanban o Scrumban entre otros.

Los 4 pilares básicos de la agilidad son:

  • Individuos e interacciones sobre procesos y herramientas.
  • Software funcionando sobre documentación extensiva.
  • Colaboración con el cliente sobre negociación contractual.
  • Respuesta ante el cambio sobre seguir un plan.

El problema radica en adaptar estos pilares en entornos donde no hay un desarrollo de software, si no en departamentos que ofrecen servicio a la empresa, como Recursos Humanos, Financiero, Marketing, etc…

Es ahí donde hay que tratar de sin olvidar los pilares de la agilidad, seleccionar los principios básicos que se pueden aplicar en esa forma de trabajo.

Pero para que todo pueda llegar a aplicarse de la forma más eficiente posible hay que trabajar 3 aspectos básicos: Planificación, Comunicación y Confianza. Si no contamos con alguno de estos factores, la implantación del marco de trabajo ágil, corre un serio peligro de implantarse.

Vemos como puede afectar esto.

¿Cómo afecta la planificación a la agilidad?

Que la agilidad tenga como pilar la respuesta ante el cambio, no quiere decir que no debamos seguir un plan. Todo departamento debe tener una planificación a corto y medio plazo y una visión a largo plazo. Sin esto no sabemos a donde queremos llegar, ni los medios planteados para conseguirlo. La adaptación de esa planificación, permitiendo variar el rumbo en función de los cambios que se produzcan nos ayudara a conseguir el objetivo marcado en nuestra planificación.

Si una empresa va «a salto de mata», hará muy difícil conseguir establecer un plan y que este se adapte al cambio. Debe existir un mínimo de planificación, un saber a dónde vamos, para saber qué camino debemos tomar. Ya habrá tiempo de ir adaptándonos, iterando, y mejorando, pero sin un rumbo, el barco va a la deriva.

¿Es posible implantar la agilidad sin que exista comunicación?

En los últimos años, se está adaptando la estructura horizontal en las empresas, con espacios amplios, sin despachos, donde se facilita la comunicación entre equipos y con los líderes. Si en una empresa, tenemos los departamentos separados por plantas, en habitaciones cerradas, o separados físicamente, puede darse el caso de que existan problemas de comunicación.

Hoy en día disponemos de medios digitales, para mantener en comunicación continua a equipos separados miles de km de distancia.  Pero esa comunicación hay que alimentarla, hay que provocarla, para evitar caer en el aislamiento de los equipos. Un equipo ágil no es un equipo aislado de la empresa, sino una parte de la misma que participa con el resto en conseguir los objetivos empresariales.

Si es una empresa hay problema de comunicación, casi seguro que la implantación de una metodología ágil esta avocada al fracaso.

¿Por qué la confianza es importante en la implantación de una metodología ágil?

¿Alguien es capaz de pensar que sin confianza podemos tener equipos autosuficientes y auto organizados? Es una de las bases fundamentales de la agilidad, la confianza en las personas, como principio básico de los acuerdos de trabajo dentro de un equipo que practica la agilidad.

Si no somos capaces de delegar, transmitiendo confianza al equipo o a nuestros compañeros, nunca podremos llegar a vivir una experiencia ágil plena. Las personas son la base, y sus interacciones, y si no hay confianza, esto muy difícil va a ser posible.

Por lo tanto, antes de implantar la agilidad debemos de tratar de conseguir que en esa empresa, exista previamente planificación, comunicación y sobre todo confianza.